lunes, 23 de agosto de 2010

Puño Latino

Convulsionado mundo el de hoy, convulsionados pues los días enteros que pasan con penas, con glorias, con los ires y venires diarios, todo lo majestuoso pasa desapercibido, lo desapercibido no existe mas.

Hoy como todos los días nada pasa, nada acontece mas lo que el ego propio alcanza a vislumbrar, nada que merezca ser analizado. En casa, en el momento de descanso, cundo me propongo seguir con mi autocompasión ya sea física o moral, cuando es hora de descansar algo en un noticiero atrae mi atención.

Ríos de gentes recorren mas de 70 ciudades de la mal llamada “Unión Americana”, ¡Carajo!, como si yo no fuera Americano, pero bueno, los reproches los dejo para otra ocasión, ahora lo que me sorprende son la mezcla de banderas disfrazadas de escudos celestiales cubriendo a millones de cráneos latinos, que caminan, que gritan, que piden. Me resulta increíble como aquellos topos salen a las calles pidiendo tal vez lo que en su país no pidieron, tal vez lo que nunca se habían atrevido a pedir, la “indiada” le alza la vos al Tío Sam y no solo eso, aquellos de piel morena y bajos de estatura amenazan a los hombres altos y rubios del primer mundo, no con calumnias sino con razones, con la razón que dan años de trabajo, trabajo que en el mejor de los casos es mal pagado, que en el peor de los casos es pagado con balas en la espalda. Y la raza avanza, alcanzo a ver una virgen de Guadalupe que camina junto a ellos, nunca esta de más tener un guardaespaldas celestial por si las dudas, por si a los güeros se les ocurre usar la fuerza yanqui, perdón, la fuerza bruta.

La causa, es bien sabida en mi mundo, mundo feliz del tercer mundo, aun lo dudo, creo que estamos mas cerca de los infiernos pero bueno, el tercero es mejor que el cuarto; un reconocimiento al trabajo, un alto a las persecuciones raciales, libertad para morder una tajada justa de la Gran Manzana, seguir tostando la piel ya de por si prieta bajo una palmera en Long Beach, dejar de ser un prospecto de inquilino para Alcatraz solo por ser hijos de Moctezuma o Atahualpa, dejar de ser señalados como si fueran saliendo del hangar 18 en Roswell, poder jugar 21 en Las Vegas sin ser perseguido como un estafador solo por estar prieton, ser pues seres humanos, ser libres, irónico pues resulta que el lugar mas visitado de ese país sea la estatua a Abraham Lincon en Washington con aquella gran placa con letras doradas que habla acerca de la libertad, al Hidalgo de los gringos que lucho contra la esclavitud creo que sus paisanos ni lo pelan. La vertiginosa economía mundial nos orilla a asomarnos mejor a los grandes jardines del dibujante de mediados del siglo pasado, un monero llamado Walt Disney, que aprovechando la bala que se aventaba en Europa durante la segunda guerra mundial, aprovecho para hincharse los bolsillos vendiendo historietas de hadas que hasta la fecha seguimos consumiendo; esos jardines tan grandotes y tan limpiotes están cuidado por manos guatemaltecas, hondureñas, salvadoreñas, mexicanas, que solo se asoman por las noches a las luces radiantes que avienta el castillo de la bella durmiente que espera ser rescatada por el príncipe valiente que seguramente le partirá la madre al dragón que la custodia; ahora creo que los durmientes despertaron, no esperan al príncipe, esta vez el tiro se lo avientan directo con el dragón, seguro que los va a chamuscar, pero es mejor eso a estar esperado.


¿Pero por que tanto prieto lejos de del lugar donde nacieron?, la respuesta es fácil y muy compleja a la vez, este prieto que ahora escribe bajo la supervisión de Sir. William Gates, difícilmente puede describir a bien la problemática que cada región del sur orilla a toda mi raza a cruzar el charco. La falta de oportunidades, el hambre que casi siempre es cabrona pueden ser las mas recurrentes pero no las únicas, los preciosos gobernantes herederos de la maña de cambiar oro por cuentas de vidrio, vistiendo trajes de un tal Hugo Boos, se retacan la trompa con frases difíciles de entender dando a entender que los paisanos son prioridad pero al final de cuentas olvidándose de que la mesa se pone en casa y que no bastan buenas intenciones sino excelentes acciones para que un país pueda crecer.

No alcanza mi loca mente ni la de Steven Spielberg para poder imaginar las mil penurias que todas estas almas que ahora marchan tuvieron que pasar para poder estar en ese lugar. Nosotros los prietos no nacimos con alas y carentes de dólares es de suponerse que no llegaron por obra de magia. Miles de kilómetros los separan de sus lugares de origen, los que menos vienen del Anahuac o la Patagonia, los que mas se la rifaron desde el otro lado del mundo pasando por decenas de países huyendo de centenas de cuerpos policíacos, recorriendo miles de kilómetros para lograr el “Sueño Americano” y encontrando solamente las sucias calles del Bronx donde son tratados peor que los negros, y tomando en cuenta que los afro americanos son tratados como escoria, es de imaginarse las penurias que toda esta gente pasa. Y ya metidos en el corazón de la economía mas poderosa del mundo no les queda de otra que el aislamiento total, incomunicados por el idioma y mil vicisitudes mas, se enfrentan a la terrible soledad que les otorga la distancia, dejando familias tienen que centrar su vida entera en perseguir dólares, dolidos con cada llamada telefónica, incapaces de acudir a su tierra cuando la sangre llama, sin despedirse de los que dejaron, de los que la fuerza no les alcanzo para poder esperarlos y tuvieron que morirse de enfermedad o pena, auto-desterrados por la necesidad, lejos de la tierra del chile, la tortilla, la chicha, o la mocha, lejos pues de los cielos que los vieron nacer su único y mas preciado sueño es conseguir la green card, un pinche papel mágico color verde que te otorga el poder de sentirte “Americano” legal, que aunque de rasgos indígenas coloreara tus ojos de un verde brillante, un verde dólar.

¡Que chinga! Y yo aquí aplastadazo dizque controlando un programa hecho por inmigrantes hindúes a esa tierra de nadie, sin hacer nada más que criticando las malas políticas, las malas decisiones, el malinchismo despotricado de mi raza, malinchismo del cual no estoy exento, tratando de arreglar el mundo a través de unos bites enviados por la Internet. Pero no se que puedo hacer, la inercia con la que gira este mundo me envuelve como nos envuelve a todos, no me puedo y no me quiero bajar. No se si sea la formas mas sensata o la única que me queda a la mano, pero al menos mis pensamientos están con todos aquellos que dejaron parte de su vida en esta polvorienta tierra y con todos aquellos que tienen parte de su vida en aquella glamorosa tierra.

Alfredo Padilla Barberi
12 de Abril de 2006

1 comentario:

  1. REALMENTE UNA REALIDAD MUY CRUDA LA Q EXPLICAS, AUNQ NO VIVAS ACA TE DAS CUENTA DE LO MUCHO Q SE SUFRE ESTANDO LEJOS DE TU TIERRA, GRACIAS POR ESTAS PALABRAS ME CONMOVISTE....

    ResponderEliminar